Los orígenes del estilo mambabatok, tradicional del pueblo Kalinga

Actualmente, existen muchos estilos de tatuaje, desde el más desenfadado como el ignorant tattoo, pasando por el realismo hasta el blackwork. Pero hoy hablaremos de uno de los estilos más tradicionales: dos palos de bambú, una aguja sacada del árbol frutal de la aldea -naranjo- y la tinta conformada por agua, carbón y una pizca de jugo de caña de azúcar; utilizando la técnica batok ,es decir, el arte de golpear con la aguja la piel. Este conglomerado resume el estilo mambabatok.

La zona es tierra de los salvajes cazadores Kalinga, los cuales, por tradición traían las cabezas de las tribus rivales y como trofeo obtenían el grabado de un águila gigante desde el pecho hasta los brazos. Las mujeres, en cambio, se tatuaban y siguen haciéndolo en la actualidad principalmente por estética. Contra más tatuajes tiene una mujer más bella es vista por el pueblo.

¿Quién es “la última tatuadora mambabatok”?

Whang Od, la mujer ya centenaria comenzó a tatuar a los 25 años, después de que su padre le enseñara este particular procedimiento. Reside en la región de Kalinga, específicamente en la remota aldea de Buscalan, en el norte de Filipinas, donde los lugareños afirman que “puedes volar a la Luna, pero no puedes construir un camino a Buscalan” por su dificultad en el acceso.

La dificultad no solo reside en la llegada sino también se halla en el proceso de selección del tatuado, ella decide a quién y cuándo tatúa por mucho que hayas hecho el largo recorrido para llegar a su poblado puedes volverte con los “brazos” vacíos. Esto se debe por la alta demanda del pueblo filipino y extranjeros junto a su avanzada edad y los problemas de salud que acarrea. Simplemente deja su sello personal en las pieles de aquellos que acuden a su hogar: los tres puntos.

Realmente, no es cierto el clickbait que se recurre en los titulares de internet haciendo referencia sobre qué es la ”última tatuadora Kalinga”, pues cuenta con varias discípulas, una de ellas, la nieta de su hermana, Grace Palicas, que con tan solo 9 años empezó a tatuar siguiendo sus pasos y aprendiendo de su técnica para no perder esta tradición ancestral.

No obstante, no sabemos qué nuevos estilos están por llegar, pero sí conocemos el pasado. Esperamos que los estilos de tatuaje convivan y se aúnen para dar lugar a nuevas ramas. Sin duda, el tatuaje étnico puede ser una experiencia y reclamo turístico para los extranjeros, mas para los locales es una bonita forma de perseverar, no perder los orígenes y  transmitir la cultura de un pueblo: a través del tatuaje.

¿Y tú, te animarías a hacerte un tatuaje al estilo mambabatok?