El tatuaje japonés tiene muchos siglos de historia, y, por lo tanto, es muy complejo en cuanto a los significados de sus elementos. Se podría decir que todo tiene su razón de ser, casi siempre relacionado con la mitología milenaria de su cultura. Por ello, es sumamente importante que, si estamos decididos a realizarnos un tattoo de este estilo, sepamos con certeza la significación de lo que pretendemos plasmar en nuestra piel. En el artículo de hoy (y en uno posterior) os ofrecemos la descripción de algunos de los elementos más socorridos de este estilo para que podáis decidir con todas las de la ley (y sin sustos) lo que os vais a tatuar.
El primer elemento que vamos a describir es uno de los seres mitológicos japoneses más socorrido en los tatuajes de este estilo: Kiyohime.
Se trata de un ser con cabeza de mujer y cuerpo de la terrible serpiente, y su historia es cuando menos triste. Parece ser que una hannya (elemento que trataremos en la segunda parte de este artículo) enamorada de un monje que vivía en un templo cerca de su pueblo, al ir a expresarle sus sentimientos, este huyó despavorido y vagó de templo en templo durante mucho tiempo, con el fin de deshacerse del “embrujo” de la hannya. Esta, triste, abatida y furiosa, tras su incansable e infructuosa búsqueda, cayó enferma… de locura. Y este es el detonante que la llevó a convertirse en un monstruo (algo muy común en la mitología nipona, por otro lado).
Y seguimos con el pez Koi, es decir, la carpa, tan presente en cualquier persona que sea amante de los tatuajes de este estilo.
La carpa es ideal para aquellos que deseen expresar su fortaleza, su capacidad de luchar ante las adversidades y superarlas con éxito, una historia que se repite en incontables ocasiones. Y también tiene su historia: cuenta la leyenda que aquellos peces que lograban remontar el río, como homenaje a su esfuerzo, los dioses los convertían en dragones, por eso se suelen representar con algunas características de estos seres mitológicos. ¡Ahí es nada!
He aquí otro ejemplo de superación, pero esta vez máxima. Os presentamos a la bodishattva Kannon o Kanzeon (cuyo significado es “aquella que escucha los lamentos del mundo”), la diosa budista de la merced, es decir, de la compasión y la empatía.
Hay infinidad de calles y espacios en Japón dedicados a esta diosa, de lo que podemos deducir la importancia que tiene en su imaginario colectivo. Por ello es uno de los elementos clásicos de los tatuajes de este estilo, aunque se trate de una diosa de origen hindú. (Por cierto, la marca de fotografía Canon proviene del nombre de esta deidad.)
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