Los piercing orales

Los piercing orales

Si ya has leído alguno de nuestros anteriores posts acerca de los piercings, ya tendrás una idea clara de qué es un piercing y en qué zonas del cuerpo te los puedes poner.

Como ya hemos dicho antes, la boca es uno de esos lugares donde puedes perforarte para colocarte un piercing, y oye, hay un montón de opciones entre las que puedes elegir, no solamente el típico aro. Para eso lo mejor es que te pases por nuestro local o por nuestra web y eches un vistazo.

Pues bien, te puedes poner un piercing en la boca y molar mogollón. Pero eso sí, tienes que ser consciente de que hay varias zonas en la boca donde te puedes poner un buen piercing:

De entre los piercings orales los más habituales son los piercings que se colocan en el labio, entre los que se encuentran el labret, que es el que se coloca en el labrum (el espacio que queda entre la barbilla y el labio inferior, el medusa, que se coloca entre la nariz y el labio superior, o el Monroe, llamado así en honor al lunar que tenía la actriz norteamericana Marilyn Monroe y que se coloca a un lado del labio superior. En la cultura del piercing es un símbolo de sexualidad. Además, este es uno de los que menos duele.

Pero también nos lo podemos poner en la lengua o en el frenillo. Eso sí, estos duelen más.

Los piercings orales han sido objeto durante mucho tiempo de creencias falsas y leyendas urbanas debido al desconocimiento o a los gustos personales de cada quién. El hecho de ponerte uno en la boca no quiere decir que seas un macarra ni un amante del heavy metal. Puede llevarlo cualquier persona que le apetezca.

Está claro que perforarse la lengua es doloroso, pero eso no quiere decir que duela siempre… y eso de que con un piercing oral se liga más, bueno, no es verdad, la capacidad de ligar depende de lo bien que te las apañes conociendo a personas que te puedan interesar en un momento dado. Es de sentido común, ¿no te parece?

Otra de las falsas creencias que existen alrededor de los piercings en la boca es que no se pueden hacer cosas normales como comer o besar a alguien, incluso se dice que no se puede quitar y poner. Es falso también, puedes hacer todas estas cosas y más. Es posible hablar con toda tranquilidad, pues no afecta a esa capacidad, y a la hora de besar a alguien no te va a hacer daño. En absoluto.

La cuestión de todo esto es que tomar la decisión de perforarte ya sea el labio, el frenillo o la lengua es una opción que puedes elegir siempre y cuando tengas claro que la perforación por sí misma requiere, a posteriori, proporcionar unos cuidados que tu perforador puede indicarte.

Lo importante es que tengas tu piercing oral hecho con todas las garantías que te ofrecemos en Lembruix.