El septum —palabra latina que significa “septo”, es decir, el cartílago que divide la fosa nasal— es uno de los piercings que más de moda está en la actualidad. Y es que son legión aquellos que se han decidido por esta perforación por diversos motivos, sobre todo estéticos, debido en muchas ocasiones a que una gran cantidad de famosos adornan su nariz con él. En el artículo de hoy vamos a explicarte de dónde proviene este piercing, el significado que ha tenido desde sus orígenes, así como las principales características de esta clase de perforación corporal.
El origen del septum hay que situarlo en Asia en las regiones rurales de países como Nepal, Bangladesh y la India, donde estaba (y sigue estándolo en muchas áreas) asociado a la fecundación, es decir, a la sexualidad femenina. Por ejemplo, en la India los hombres regalaban a sus esposas aros dorados de los que colgaba una piedra para adornar la nariz como amuleto para que los hijos que pudieran concebir fueran sanos. Más adelante, esta marca señalaba que una mujer estaba casada, por lo que dejaba de ser “interesante” para otros hombres, una especie de señal de pertenencia.
También en América encontramos diversos tipos de septum. Los mayas tenían la costumbre de perforar la nariz por diferentes lados, uno de ellos el septum. Por el orificio se introducían desde plumas a piedras preciosas o metales. También los indios cashinawa de la zona del Perú llevaban a cabo esta práctica, con el fin de establecer una jerarquía entre los componentes de su sociedad, que se plasmaba según el tipo de pluma que se introducía por el septum. Asimismo, los guerreros potok realizan la misma práctica, pero en esta ocasión con hojas de árbol, que se introducen en la perforación en el septo de la nariz. Por último destacaremos a los bundi, de Papúa Nueva Guinea, que atraviesan su nariz con una rama de la planta de la patata en señal de su madurez como personas.
Por el contrario, en Occidente, el septum no se practica con ninguna intención más allá que la estética. Y a pesar de que se trata de un piercing que cada vez tiene más seguidores y que cada vez vemos con más asiduidad, hay que tener en cuenta a la hora de decidirse por él unas cuantas cuestiones de importancia, porque es una de las perforaciones más dolorosas y más difíciles de curar, y no todo el mundo está dispuesto a este sacrificio. En primer lugar, como ya hemos dicho, se trata de un piercing muy doloroso, no nos vamos a engañar. Hay que tener en cuenta que la nariz es una zona irrigada con una gran cantidad de terminaciones nerviosas. En segundo lugar, el proceso de cicatrización es extremadamente largo, ya que puede extenderse más allá de los ocho meses. Además, si se retira la joya cicatriza de inmediato, por lo que hay que llevarla puesta continuamente, es decir, no admite “descansos”. Así que ya sabes: si te decides por el septum, hazlo con todas las garantías de un profesional, aquí, menos que nunca, no valen apaños.